c'est facile
el ruiseñor desengañado
Ilustraciones para un cuento
de esta fábula de Esopo
" Por medio de una atenta circular, anuncióse a todas las aves
cantoras que iba a celebrarse un concurso a fin de conceder
un premio a la que más cautivase a la asamblea con sus trinos y gorjeos.
"Si el tribunal es entendido", dijo para sí el Ruiseñor, "No dudo que me
llevaré la palma".
Confiado en el éxito, emprendió su vuelo para ir a ocupar su puesto
entre los opositores. Figuraban entre estos numerosos canarios,
jilgueros, mirlos y verderones, y todos lucieron sus habilidades
a cual más, aunque ninguno estuvo a tanta altura como el Ruiseñor.
Seguro contaba ya éste el premio, cuando oyó decir que se le había
conferido a un jilguero, y avergonzado entonces de haberse presentado
a un tribunal tan ignorante, volvióse a sus bosques exclamando:
¡Oh naturaleza, quítame la voz o no me des tan malos jueces!"
-el talento no te garantiza nada-
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